Todo pasó muy rápido. Mi compañero reportero y yo nos encontrábamos tomando una cerveza en uno de los pequeños locales que ponen mesas afuera en la Plaza Fundadores. Mientras platicábamos de proyectos viejos y nuevos, un mensaje sobre un hecho violento nos alertó: «Mataron a varias personas en un bar de Circunvalación», decía el texto. De ahí en adelante, todo se tornó en tragedia.

Pagamos rápidamente y decidimos caminar hasta el lugar; estábamos a una cuadra. Mientras caminábamos a paso veloz sobre la calle Independencia para salir a Circunvalación, una patrulla municipal con torretas encendidas atravesó a toda velocidad frente al Templo de la Cruz. En ese momento, nos dimos cuenta de que el mensaje era verdad; algo malo había pasado.

Continuamos nuestro camino y, a la altura del Exconvento de la Santa Cruz, una camioneta grande, negra y con los vidrios polarizados, se encontraba estacionada sobre la banqueta; atrás, había otro vehículo del cual salieron unos jóvenes gritando: «¿Qué pasó?», gritó un hombre; «Me pegaron», explicaba una mujer que se llevaba las manos al rostro cubierto de sangre. Mi amigo y yo cruzamos miradas sin entender la situación; continuamos el camino, no había más que hacer.

Rápidamente llegamos a la esquina de Independencia y Eduardo Tresguerras; ya estábamos cerca del lugar de los hechos, se notaba porque de todas las casas salían o estaban personas paradas afuera. «¿Escuchaste?», «No salgas», «Hubo una balacera», «Creo que es allá abajo», «Hay muchas patrullas», murmuraban los vecinos en un ambiente por demás temeroso.

Un minuto después, llegamos al lugar. Ya en la avenida Circunvalación, nos percatamos de la magnitud de los terribles hechos. La escena parecía irreal: patrullas, ambulancias, policías a pie y elementos de muchas corporaciones entraban y salían de la zona.

«Es en el bar Los Cantaritos; escuchamos muchos disparos y nos encerraron en el billar», nos compartió un testigo. La confusión y el miedo inundaron el lugar. Personas llegaban corriendo para preguntar por sus familiares; al mismo tiempo, llegaron dos unidades del Servicio Médico Forense, lo que indicaba lo peor: había muertos.

En pocos minutos, la zona fue blindada; no había manera de entrar o salir. Los automovilistas intentaban regresar en sentido contrario, mientras un motociclista agresivo que no sabía lo que sucedía cuestionó el acordonamiento. En segundos fue sometido: «Estás borracho; ya te vi; deja aquí tu moto; no puedes manejar. Si no estuviera ocupado, te remitía», aseveró el oficial.

La versión extraoficial nos alarmó; aseguraban que había una decena de muertos. Para ese momento, varios compañeros de medios ya habían llegado a cubrir los hechos y la información era la misma. Poco después se confirmó la tragedia: 7 hombres y 3 mujeres sin vida; otras 7 personas heridas.

Con tristeza, nos retiramos del lugar. Pasada la medianoche, más información empezó a circular. Videos del terrible crimen, declaraciones de autoridades y notas de medios locales y nacionales inundaron las redes. Algo cambió el 9 de noviembre de 2024 en Querétaro.

Crónica: Críptica Querétaro / Críptica Noticias Querétaro

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